LA RISA MEDIDA CIENTÍFICAMENTE
Los nuevos resultados de las investigaciones hablan de una relación entre la risa, la superación del estrés y el bienestar.
De este modo, las personas que contrarrestan el estrés con el humor tienen un sistema inmunitario sano; sufren un 40 por ciento menos de infartos de miocardio o apoplejías, tienen menos dolores en los tratamientos dentales y viven cuatro años y medio más.
Como puso de relieve un ensayo realizado en 1990, la contemplación de un vídeo de Bill Cosby aumenta la producción de la inmunoglobulina A en la saliva, una sustancia que contribuye decisivamente a evitar las infecciones de las vías respiratorias.
Las consecuencias corporales de la risa también han sido investigadas en muchos otros trabajos. Michael Miller y sus colegas de la Universidad de Maryland se dedicaron en 2005 a la relación entre la actitud de encontrar el mundo gracioso y las paredes internas de los vasos sanguíneos.
Cuando los vasos se dilatan, el organismo está mejor irrigado y la circulación es más estable. Los probandos vieron escenas de películas que provocaban angustia (como la primera media hora de "Salvar al soldado Ryan") o que hacían reír al espec-tador (como la escena del orgasmo de "Cuando Harry encontró a Sally"). Con el estrés desencadenado por las películas el riego sanguíneo de los proban-dos disminuyó en torno a un 35 por ciento; al ver las escenas graciosas, por el contrario, se incrementó un 22 por ciento. Sobre la base de estos resultados, los científicos recomiendan que toda persona debería reír diariamente al menos 15 minutos.
Richard Wiseman, profesor de psicología en la
Universidad de Hertfordshire en Hatfield.
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