"El túnel" - Ernesto Sábato


El túnel, de Ernesto Sábato

1. Breve biografía del autor.
Ernesto Sábato nació en Rojas (Argentina) en 1911. Se doctoró en Física e hizo varios cursos de Filosofía. En 1933 es elegido Secretario General de la Juventud Comunista. Viajó becado a París para trabajar en el Laboratorio Curie. Será en la capital francesa en donde Sábato se ponga en contacto con Breton y su círculo de surrealistas. Su primer libro es Uno y el universo (1945) y para entonces ya sabía que su vida no estaba al lado de las ciencias, pues ese mismo año tomó la determinación abandonar la ciencia para dedicarse a lo que realmente le gustaba: escribir. Con El túnel (1948) atrajo el interés de la crítica internacional y entra en la pléyade de autores hispanoamericanos que anuncian el ‘Boom de los 60’. Tras la Guerra de las Malvinas y la elección de un nuevo gobierno democrático en Argentina, Sábato es elegido Presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP); fruto de esta experiencia es Nunca más (1983). Ernesto Sábato fue Premio Cervantes en 1984. Falleció en 2011. Otras obras del autor son: Sobre héroes y tumbas (1962) o Abadón el exterminador(1974).
2. Contexto literario de la obra.
Ernesto Sábato es un claro representante de la novela urbana. En la renovación de la prosa hispanoamericana del siglo XX, Argentina jugó un papel esencial puesto que no podía basar su literatura en un pasado indígena, tomaron como base para su producción literaria el mundo urbano. Consideraron que la ciudad podía ofrecer grandes argumentos rebosantes de tensión, y acertaron. Por entonces, Buenos Aires era una de las más importantes urbes culturales de Latinoamérica. La novelística de este periodo permite vislumbrar la explosión literaria que tendrá lugar en los años 60. Esta obra es un claro ejemplo.
3. Comentario de la obra.
‘Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne’. Ésta es una de esas obras que comienzan contándonos el final en el primer párrafo. El túnel es la historia de una tempestuosa desesperanza. Relato largo o novela corta -que en esto de las convenciones genéricas no parece haber mucho acuerdo aún en español- es ya una de las grandes obras de la Literatura Universal. El protagonista es el mismo narrador, un narrador obsesivo que comprende la realidad desde los paranoicos designios de su atormentada mente. Juan Pablo Castel -un personaje, según sus propias palabras, ‘lleno de desprecio a la humanidad entera’- nos presenta un ejercicio introspectivo envolvente tomando de la realidad los elementos que -cree él- son relevantes, para después recomponerlos bajo los criterios de su -aparentemente- juicioso raciocinio. Las relaciones que establece entre los diversos factores que ha ido tomando de la realidad son absolutamente lógicos, pero equivocados, parece que el protagonista únicamente viviese dentro de su propia mente mientras lucha en todo momento contra la intuición. Lo dice muy bien Ángel Levia: ‘su terquedad racionalista culmina en una secuencia absurda de hipótesis que le conducen a la necesidad de matar a María’. Jamás pudo cometer mayor equivocación, pues acabó con la vida de la única persona que realmente comprendía su arte.
Es ésta una obra que se lee fácilmente, con fruición, pero habremos de notar que en ese estilo llano y lineal está contenida la esencia del ser humano. Cuando Sábato comenzó a trabajar en El túnel se propuso escribir la historia de un pintor que enloquecía por su incapacidad de comunicarse. Así, y como apunta Martín Casariego ‘desde el primer instante Sábato envuelve con precisión e imparcialidad propias del método científico la descripción de un volcán interior a punto de entrar en erupción’. Sin embargo, Juan Pablo Castel falla en su intento, pues el mundo ni es razonable ni es justo. Por mucho que afine su método analítico surgido del cientifismo, la realidad parece ser indomable. La frustración irá poco a poco apoderándose del protagonista. La desesperanza y la incomunicación (tema recurrente en la literatura del siglo XX) le harán enloquecer, será en este momento cuando se deje llevar por su paranoia y decida asesinar a María Iribarne acelerándose bruscamente un ritmo narrativo que hasta ahora había discurrido lentamente.
El lector percibe la realidad del personaje únicamente a través de su raciocinio, va conociendo y comprendiendo el proceso lógico, pero, inevitablemente, se da cuenta cuándo Castel toma vías equivocadas. Así, podemos decir que ésta es una novela psicológica y como afirma Bellini, ‘Sábato imprime a la novela hispanoamericana un marcado proceso de intelectualización’.
El túnel está escrito con un estilo conciso que hace que el lector se estremezca en numerosas ocasiones. Es una obra de fácil lectura pero de dificultoso análisis, pues encierra mucho más de lo que a priori parece mostrar.
Ernesto Sábato planteó El túnel como el comienzo de una trilogía que no llevó a cabo. El comienzo de una ‘alegoría desolada de la vida humana’ en palabras de Bellini. Siempre se dijo que ‘del amor al odio no hay más que un paso’. Esta vibrante novelita es un estudio psicológico de ese tempestuoso y doliente paso que casi siempre -y en esta ocasión también- viene precedido o motivado por un episodio de lacerantes celos.

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