no cualquiera es docente: de cuando einstein fracasó como profesor...


Alfred Kleiner, u profesor de física de la Universidad de Zúrich que ayudó a
Einstein a obtener su doctorado, le había animado posteriormente a conseguir el puesto de
privatdozent.

A finales de junio de 1908 Kleiner viajó de Zúrich a Berna para asistir a una de las clases de Einstein como privatdozent y, en palabras del propio Einstein, «tantear a la bestia». 

Por desgracia, no fue aquel un gran espectáculo. «No di una dase especialmente maravillosa —se lamentaría a un amigo—, debido en parte a que no iba bien preparado, y en parte a que el hecho de ser investigado me puso un poco nervioso». Kleiner se sentó a
escuchar con el ceño fruncido, y tras la clase informó a Einstein de que su estilo de enseñanza no era lo bastante bueno como para hacerle acreedor al puesto docente. Einstein afirmó tranquilamente que él consideraba aquel puesto «completamente innecesario».

Kleiner regresó a Zúrich e informó de que Einstein «sostiene monólogos» y
de que estaba «muy lejos de ser profesor». Eso parecía poner fin a sus
posibilidades. Como informaría Adler a su poderoso padre: «La situación,
pues, ha cambiado, y el asunto Einstein se ha cerrado». 

Por su parte, Einstein fingía optimismo: «El asunto del puesto de profesor universitario se
ha venido abajo, pero ya me parece bien —le escribiría a un amigo—. Ya hay
bastantes profesores sin mí»

Las críticas de Kleiner no carecían de fundamento. Einstein jamás fue un
gran profesor, y sus clases tendieron a juzgarse desorganizadas hasta que su
celebridad vino a asegurar que cualquier tropezón que daba se convirtiera en
una encantadora anécdota. 

Comentarios

Entradas populares