LA MIOPÍA NO ES MUY ANTIGUA


Algunas de nuestras «aflicciones» modernas son también consecuencia del avance de la tecnología y la cultura. 

En nuestro mundo moderno hay muchos más miopes que en las sociedades tradicionales, debido al crecimiento excesivo de los ojos y a la mayor distancia entre el cristalino y la retina, de forma que el punto focal del ojo se sitúa delante de esta ultima y da lugar a una imagen borrosa. Y dado que esa deformación se hereda en un 80 por ciento, se hace difícil pensar que la proporción actual de quienes la sufren (aproximadamente la cuarta parte de la población) pudiera remontarse a muchas generaciones, ya que los miopes no habrían sobrevivido en un ambiente que les sería tan hostil. 

En las sociedades de cazadores- recolectores la incidencia de la miopía es muy baja, pero no sucede así cuando la civilización permite que gente con mala visión pueda sobrevivir y reproducirse. Los esquimales no eran miopes cuando se produjo su primer encuentro con los europeos, pero en la primera generación de niños esquimales escolarizados se observo el aumento de incidencia de la miopía hasta alcanzar la misma proporción que en la sociedad occidental.

La respuesta a ese misterio está en la forma en que la lectura desde edad muy temprana cambia la fisiología del ojo en desarrollo.

El ojo «normal» detecta gran cantidad de estímulos visuales a diferentes distancias, pero si hay algo en el campo visual (como la página de un libro) que permanece siempre a la misma distancia, el ojo crece más en una dirección, lo que origina cierta dificultad para cambiar la distancia focal. La lectura parece interferir con el crecimiento del ojo, y la mirada dirigida insistentemente hacia las letras cercanas lo remodela y hace necesarias las gafas. De ahí la multiplicación de los «cuatro ojos». 

Comentarios

Entradas populares