UN EJEMPLO EXTRAORDINARIO DE INGENIO... APLICADO A LA SOLIDARIDAD



Cristian X (1870-1947) era rey de los daneses cuando tuvo lugar la invasión nazi de Dinamarca. 

En su política expansionista, Hitler ordenó que se invadiera el país el 9 de abril de 1940, violando la neutralidad pretendida por el pequeño país nórdico. 

Para evitar que la población sufriera un derramamiento de sangre, el rey aceptó rendirse a los nazis y Hitler, en contraprestación, accedió a que el país tuviese cierta autonomía política. 

Esta ambivalente situación permitió a miles de judíos salvarse de los campos de concentración nazis. 

Hitler había ordenado que todos los judíos daneses llevasen como identificación la estrella de David. 

Pero Cristian X exclamó: «En mi país, yo soy el primer judío». 

Y al día siguiente todos los ciudadanos de Dinamarca, con independencia de su religión y de sus creencias, se colocaron el brazalete en el brazo con la estrella identificadora del pueblo judío.

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