La chica tenía un propósito específico en mente para la máquina con inteligencia artificial: que hiciera las tareas escolares para ella, del tipo que son comunes en China e implican escribir frases de libros de texto que ayudan a aprender el idioma con los complicados caracteres chinos.
La mamá se dio cuenta de que había algo raro cuando su hija pudo completar todas sus tareas en solamente dos días (como nunca antes), con una caligrafía limpia. Entonces, descubrió el robot mientras limpiaba una habitación y lo rompió para darle una lección a su hija.
Las noticias sobre la inventiva de la joven han provocado una avalancha de comentarios de millones de usuarios de los medios sociales chinos, felicitando a la chica y criticando a la madre, a la que califican de “la primera asesina de robots en el mundo”.
“Leer y escribir con destreza en chino requiere conocer miles de caracteres”, dice un experto. Copiarlos en ejercicios repetidos es obligatorio en la educación china para aprender a escribir, y a veces también se pide a los estudiantes que escriban textos literarios de memoria, siempre en caracteres chinos. Es un trabajo tedioso, lo que explica por qué la niña recurrió a su robot en busca de ayuda.
Curiosamente, la chica pasó una semana escribiendo 6.000 caracteres chinos, y al final nadie podía distinguir entre el estilo de escritura del robot y el suyo propio.
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