CUANDO LO PRETENDIDAMENTE SERIO HACE MORIR DE RISA...
Sobre la pelícual "El Código da Vinci", de Ron Howard (basada en el libro de Dan Brown).
"Su intriga farragosa, entre mística y policial -sin llegar a cuajar en ninguna de las posibilidades-, no hace sino elucubrar, de manera agotadora, con un puñado de temas que intenta hacer pasar por trascendentes... Malograda en muchos aspectos, destaca por encima de casi todos el nulo acierto de Tom Hanks, inusualmente pasivo en cada secuencia, como si nada de lo que ocurre a su alrededor fuera con él... Una decepción sin apenas atenuantes..., profundamente aburrida... una comedia involuntaria".
Las controversias sobre su contenido religioso no pudieron ocultar la unanimidad de crítica en cuanto a su factura cinematográfica: ridícula.
Contaron diversos periodistas desde el Festival de Cannes que era tan mala pero tan mala (“torpe”, “porquería”, y “tostón” según la prensa internacional), que a lo largo del estreno se iban escuchando risitas cada vez menos disimuladas.
Finalmente llegó el momento culminante de la trama, en el que Tom Hanks mira a Audrey Tatou y con gran dramatismo le dice: “¡Eres la heredera! ¡Eres la
última descendiente de Jesucristo!”
El público ya ni pudo ni quiso contenerse, y las 900 personas reunidas en el cine estallaron a reír a pleno pulmón.
"El Sentido del Humor: Manual de Instrucciones", Eduardo Jáuregui
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